Volviendo al Altar

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Vea la guía en PDF (Actualizado 9 Junio del 2020)

Guía Diocesana para la Reanudación de la Celebración Pública de la Misa

“Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino.” - Mateo 15:32

“Nuestro deseo por el Pan de Vida despierta en todos los fieles el anhelo de incorporarnos aún más al misterio de la muerte y resurrección del Señor, el cual es la esencia del gran don que el Señor nos entregó la noche antes de que él murió por nosotros.” - Mons. Jaime Soto

Principios Generales

La Eucaristía es parte esencial en la vida de todo católico bautizado, y la Iglesia tiene la obligación de administrar adecuadamente este sacramento a todos los fieles.

Es responsabilidad de todos asegurar la salud de cada persona en nuestra Iglesia, y todos debemos tomar medidas prudentes y prácticas en la reanudación de la celebración pública de la Misa, conscientes del papel que todos debemos desempeñar en la prevención de la propagación del COVID-19.

Es importante considerar seriamente las recomendaciones de seguridad dadas por expertos en salud pública, y los diferentes funcionarios públicos a nivel local, del Condado y del Estado.

Al reanudar la celebración pública del Santo Sacrificio de la Misa, todos debemos estar preparados para poner en práctica algunos cambios que reflejarán las necesidades de nuestra situación actual. Estos cambios están enfocados en tres dimensiones diferentes: responsabilidad personal, iglesias (templos) y otros lugares de culto, y la celebración de la Santa Misa.

Durante este tiempo de transición, todos estamos llamados a ejercer aún más nuestra paciencia, caridad y compasión.

El Obispo Jaime Soto levantará la suspensión de la celebración pública del Santo Sacrificio de la Misa el lunes, 8 de junio, 2020.

Por tanto, todas las parroquias de nuestra diócesis reanudarán la celebración pública de la Misa Dominical el 14 de junio de 2020, el día de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo (Corpus Christi).

Cómo prepararnos para la reanudación de la celebración pública de la Misa

Cada persona debe considerar su propio estado salud. Las personas mayores de 65 años o con condiciones de salud vulnerables, deben quedarse en casa. Cada persona debe tomar una decisión prudente considerando lo anterior, y por esta razón la dispensación de la obligación de asistir a la Misa Dominical emitida por el Sr. Obispo Jaime Soto, sigue vigente.

Sin olvidar la importancia y prominencia de la Misa Dominical, se aconseja a los fieles a asistir a la Misa durante la semana, ya que estas celebraciones suelen tener menor asistencia de fieles.

Aún con las disposiciones antes mencionadas, todos los fieles deben considerar el cumplimiento del precepto del tercer mandamiento de guardar y santificar el Día del Señor. Para esto, los fieles pueden incorporar prácticas piadosas que ayuden a observar y cumplir este precepto. Por ejemplo: el rezo del rosario, la lectura de las Sagradas Escrituras, el rezo de la Liturgia de las Horas y el compartir los alimentos en familia.

Todos los asistentes a la Misa deben usar cubre boca durante toda la celebración de la Liturgia, a excepción de los niños menores de dos años de edad y cualquier persona con dificultades para respirar.

Prepárese con anticipación revisando el horario de Misas de su parroquia. En estos momentos, el número de personas permitidas en cada Misa es el número menor, ya sea el 25% de la capacidad de cada iglesia (templo) o un máximo de 100 personas, incluyendo al sacerdote, diácono y otros ministros. Por favor, respete el sistema establecido por su parroquia para controlar el número de asistentes por Misa.

Sé el guardián de tu hermano y hermana...

Si se siente enfermo o exhibe algún tipo de síntoma, POR FAVOR QUÉDESE EN CASA.

Si ha estado en contacto con alguien infectado con COVID-19, POR FAVOR QUÉDESE EN CASA.

Si no se siente bien, POR FAVOR QUÉDESE EN CASA.

Síntomas que se deben considerar seriamente para ejercer precaución:

  • Temperatura por encima de 100.4 F
  • Tos o dolor de garganta
  • Pérdida reciente de olfato o sabor
  • Escalofríos
  • Nuevos dolores musculares
  • Malestar gastrointestinal y diarrea

Cada parroquia tiene un sistema establecido para el rastreo de contactos, en caso de que una persona que haya asistido a alguna Misa sea diagnosticada con COVID-19.

Si usted es diagnosticado con COVID-19, por favor notifique INMEDIATAMENTE a la parroquia o parroquias donde haya asistido, para iniciar los procedimientos de localización y notificación a las personas con las que pudo haber estado en contacto.

Qué esperar en las iglesias (templos) y otros lugares de culto

Si bien es cierto que todos deseamos regresar a nuestras parroquias y disfrutar de nuestra comunidad, todavía tenemos que hacer algunas modificaciones.

El distanciamiento físico sigue siendo la norma: 6 pies de distancia se deben mantener entre individuos y familias. Las entradas y salidas, y los lugares para sentarse pueden ser diferentes. Por lo tanto, asegúrese de seguir las instrucciones y/o letreros publicados para ayudarlo con el cumplimento de estos cambios.

Los momentos de interacción social entre individuos y/o familias después de la Misa deben evitarse o al menos minimizarse lo más posible.

Las iglesias (templos) necesitarán ser limpiadas y desinfectadas después de cada Misa. Los libros de cantos y lecturas para la Misa, así como cualquier otro material de uso común dentro de la Celebración Eucarística, serán removidos temporalmente. Asegúrese de usar el desinfectante para manos cuando esté disponible.

Qué esperar durante la celebración de la Santa Misa

¡La distancia física debe ser observada en todo momento! Veremos algunos cambios en cómo se hacen algunas cosas y quién las hace. A las personas mayores de 65 años y aquellas con condiciones de salud vulnerables, se les pide abstenerse de desempeñar roles litúrgicos, y permitir a otros ejercer tales roles por el momento.

Por favor recuerde no tomarse de las manos durante el rezo del Padre Nuestro. También recuerde que el signo o saludo de la paz durante la Misa aún sigue suspendido.

Se aconseja enfáticamente recibir la Sagrada Comunión en la mano con la debida reverencia. Al recibir el Cuerpo de Cristo, el comulgante debe moverse hacia un lado del ministro y consumirlo inmediatamente.  Asegúrese de usar el desinfectante para manos cuando esté disponible.

Al término de la Misa, siga las instrucciones de salida que le hayan dado. Tenga en cuenta que, si el sacerdote no lo saluda o despide después de la Misa de la manera acostumbrada, es porque él está tratando de ser un buen ejemplo para todos siguiendo las disposiciones antes mencionadas.

A medida que nos adaptamos a estos cambios, todos estamos llamados a practicar una mayor caridad y comprensión durante este tiempo de transición.

¡Que nuestros corazones estén agradecidos de que una vez más podamos reunirnos para celebrar en santo Sacrifico de la Misa y recibir al Señor en la Sagrada Comunión!